Consejos para su práctica.

«La oración de Jesús u oración del corazón consiste en la repetición continua, preferiblemente interior, de una frase corta que contenga en nombre de Jesucristo o del Nombre de Jesucristo solamente. La forma mas común, muy utilizada por los cristianos del este es: “Mi Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mi”.
La practica de esta oración suele comenzar como un complemento de la oración de diálogo o utilizarse cuando queremos orar mientras estamos realizando otras actividades que nos impiden estar completamente concentrados en la oración; sin embargo, es común que con el paso del tiempo, este tipo de oración vaya tomando cada vez mas importancia en nuestra práctica espiritual hasta llegar a convertirse en la principal forma de oración.
Al principio su práctica es difícil y no proporciona satisfacción alguna pero si perseveramos llegaremos a comprobar que es una herramienta muy poderosa para permanecer sin distracción en la presencia del Señor. Mi consejo es que hasta que su práctica no nos reporte ninguna satisfacción la utilicemos de manera complementaria a la oración de diálogo (ver consejos sobre la oración de diálogo en la entrada (La oración y sus efectos). La oración de diálogo, además de otros muchos beneficios, también ayudará a que la oración de Jesús progrese. Desde ahí, a medida que la oración de Jesús vaya dando fruto y experimentemos sus beneficios, le podremos ir dedicando mas tiempo exclusivo a su práctica además de, si queremos, utilizarla a lo largo del día mientras estemos realizando otras actividades…»
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La imagen que encabeza el artículo fue extraída de «La oración y el peregrino ruso»
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