Día 28 – No te inquietes por nada

¡ Oh Señor, que hermosas son tus obras…!

Ejercicio espiritual sobre “El peregrino ruso”

Para el 18 de septiembre

“Reza de un modo u otro, pero reza siempre y no te inquietes por nada”.

Se alegre de espíritu y sosegado. La Oración lo arreglará todo y te instruirá.

Rezar de un modo u otro está dentro de nuestras posibilidades, pero rezar con pureza es un don de la Gracia…

Así que ofrece a Dios lo que está en ti poder ofrecer. Dale a Él primero sólo la cantidad (que está en tu poder), y Dios derramará sobre ti fuerza para tu flaqueza.

La oración, puede que seca y distraída, pero continua, creará un hábito y se volverá algo natural, y se transformará en una oración pura, luminosa, apasionada y meritoria.

Hay que notar, por último, que si tu vigilancia en la oración es prolongada, entonces, naturalmente, no tendrás tiempo no ya para cometer acciones pecaminosas, sino ni tan sólo para pensar en ellas.

Por consiguiente, la oración muestra su más efectivo poder y su fruto cuando es ofrecida a menudo, incesantemente; porque la frecuencia de la oración pertenece sin duda a nuestra voluntad, así como la pureza, el celo y la perfección en la misma son el don de la Gracia…

Así pues, rezaremos tan a menudo como podamos; consagraremos toda nuestra vida a la oración, aun cuando ésta esté sujeta a distracciones al empezar.

Su práctica frecuente nos enseñará la atención; la cantidad conducirá ciertamente a la calidad. Si quieres aprender a hacer bien alguna cosa, sea la que sea, debes hacerla lo más a menudo posible, dijo un experimentado autor espiritual…»

del 6° relato de «El peregrino ruso»

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Breve comentario y ejercicio

Estimad@s en Cristo Jesús.

Os proponemos para el día 18 de septiembre (el día 28° de nuestro ejercicio espiritual) dos ejercicios.

Ambos conviene efectuarlos atentos a lo que decíamos ayer, recordando esta conciencia de nuestra propia finitud. A este permanecer viviendo sin ignorar ni olvidar el hecho de que moriremos y que, por lo tanto, somos peregrinos… estamos de paso rumbo a la patria que está mas allá de las estrellas.

El primer ejercicio consiste en pulsar dos o tres veces en la foto del post de hoy, también podría ser en la de ayer (ambas son flores) y observar con detenimiento, con verdadera atención, durante un minuto o dos los detalles que allí aparecen.

¿No está allí manifiesto un misterio inconmensurable? ¿No muestra tamaña belleza inteligencia suma y un gran amor? ¿Podemos intuir detrás de Su obra el aliento de Su abrazo ?   

Mas allá de la sensación que la observación nos produzca, será de interés estar en ese momento presente, donde tratamos al mirar, de ver.

La otra tarea para el día (ojalá pueda encontrarse el momento) consiste en ir a una plaza o parque público o en su defecto mirar por la ventana y observar a los transeúntes.  

Lo ideal sería si pudieran contar con esos pequeños auriculares para escuchar música. Y, escuchando la música mirar a los que pasan ocasionalmente. 

Pueden hacerlo con aquel tema musical que mas les guste, la sugerencia es hacerlo con el «Ave María» de Caccini, interpretado por Cecilia Bartoli, también puede ser muy bueno «La Requiem Overture» de Mozart. 

Percibamos como al modificarse nuestra emoción debido a la música, los rostros cambian y empezamos a ver a los demás bajo una luz nueva. Mañana comentaremos más acerca de esto, que con toda su simpleza, «da mucha tela para cortar».

Un saludo fraterno para todo@s invocando a Jesucristo.

P u l s a   a q u í  

p a r a   c o m e n t a r

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